La importancia del packaging promocional

El packaging cada vez es más valorado como herramienta de marketing y como objeto diferenciador para un producto. Son cada vez más las marcas que lo cuidan y lo miman con diseños muy trabajados que le dan una gran personalidad al producto. Y si antes se utilizaban packagings especiales solo para productos de alta gama como perfumes exclusivos, hoy hasta las versiones más económicas cuidan mucho los envoltorios.

Cuando los fabricantes saben que un producto se compra principalmente para regalar, sabe que tienen que trabajar a fondo el packaging según las campañas para adecuarlo y hacer que el artículo sea mucho más atractivo y cuente con más demanda. 

Es el caso de las cajas de bombones con packaging promocional específico para campañas como San Valentín, el Día de la Madre o la campaña de Navidad. En lugar de la típica caja de cartón, se puede apostar por envases metálicos con referencias a la fecha señalada o a aspectos relacionados con la misma, como corazones o estampas navideñas.

Incluso puede el packaging promocional llegar a ser el mejor regalo en sí mismo, como es el caso de algunas latas muy coleccionables que se convierten en el mejor reclamo para llevar a cabo la compra de un producto. Es el caso de las latas vintage que algunas marcas sacan de vez en cuando, recordando los primeros envases con los que se popularizaron y que son altamente demandadas como objetos decorativos.

El packaging promocional personalizado por parte de empresas se utiliza para campañas muy específicas, como por ejemplo los regalos que muchas empresas realizan a sus clientes más selectos o a sus cargos directivos por Navidad. Las típicas botellas de vino de alta calidad en cajas personalizadas con las etiquetas de la empresa o las plumas de marcas exclusivas en sus estuches personalizados son dos buenos ejemplos de este tipo de regalos en sus versiones más exclusivas.

Pero no tenemos por qué hablar de productos premium para hablar de packaging promocional personalizado, ya que también lo podemos encontrar en regalos promocionales más económicos, que se personalizan de la misma forma para que, al entregarlos, quede perfectamente clara cuál es la procedencia del regalo. 

Hasta los típicos calendarios pueden llevar un packaging personalizado de carácter promocional adecuado al valor del obsequio que se está realizando. Se trata de que cuando el cliente se va con un regalo, esté realmente claro quién lo realiza y sirva como promoción para la empresa que hace el obsequio.