Desde que era un adolescente he estado agradecido de no haber tenido demasiado acné juvenil cuando era más joven, que he de decir que cuando era un adolescente sí que he tenido unos cuantos granos relacionados con el acné juvenil pero la cosa no pasó de ahí. Como por ejemplo le pasó a uno de mis primos que no le quedó más remedio que tener que pasar por un tratamiento acne para ver si de esa forma conseguía por lo menos contener la gran cantidad de granos producidos por el acné juvenil. Y he de decir que le funcionó bastante bien porque en cuestión de un mes ya se le habían desaparecido casi todos los granos pero al tener tantos y durante bastante tiempo le han dejado algunas marcas en la cara para toda la vida. Menos mal que en el colegio no creo que se metieran con él ya que siempre fue bastante alto y fuerte y estoy seguro que no dejaba que nadie se metiese con él por culpa del acné juvenil como ha pasado con otras personas que he conocido. Porque cuando yo estudiaba en el instituto había unos cuantos alumnos que no les quedaba más remedio que tener que aguantar las burlas de sus compañeros de clase porque no sabían cómo defenderse.
Saber defenderse de los ataques gratuitos del resto de tus compañeros no debería de ser tan complicado pero hay gente que no sabe lidiar con ello. Personalmente nunca he dejado que nadie se metiera conmigo cuando era un estudiante y eso que era bajito y gordito, pero es cierto que yo ya venía más o menos preparado ya que venía de un colegio en el que estábamos bastante asilvestrados y si había algún problema con algún compañero rápidamente lo solucionábamos entre nosotros. Ya nuestros juegos en el colegio iban casi todos de pelear,pero he de decir que nunca se soltó un puñetazo ni una patada que no fuese permitida dentro de cada juego y al terminar los juegos no valía había que contentarse con cómo había terminado el juego. Éramos asilvestrados pero con unas reglas de comportamiento que todos aceptábamos.