Aunque no es posible evitar ninguna enfermedad al cien por cien sí es posible prevenir su aparición y el caso de cancer hepatico no es una excepción. Hay diferentes factores de riesgo que aumentan las posibilidades de contraer un cáncer en el hígado y sobre las que se pueden tomar medidas. Por ejemplo, la cirrosis es una de las causas de aumento de riesgo de cáncer en el hígado y esta se puede prevenir en algunos casos moderando el consumo de alcohol y manteniendo un peso saludable ya que está demostrado que el exceso de alcohol en el organismo prolongado en el cuerpo puede causar en el hígado daños de carácter irreversible.
Otro factor de riesgo son los virus de la hepatitis B y de la hepatitis C. La hepatitis de tipo B puede prevenirse mediante las vacunas que actualmente existen para combatir la enfermedad y que son altamente efectivas. En el caso de la hepatitis C hay que tomar medidas para evitar el contagio. Una de las vías es la sexual, por lo que hay que tomar precauciones evitando las prácticas de riesgo. Otra de las vías es el contagio por sangre, generalmente a través de jeringuillas. Lo ideal es no consumir drogas, pero, de hacerlo, no compartir las agujas con nadie para evitar transmisiones de virus.
Actualmente, con la moda de los tatuajes, se han producido contagios de hepatitis C por no hacerlos en lugares con unas medidas higiénicas correctas. Los tatuajes solo deben de llevarse a cabo en lugares con garantías y el tatuador debe de abrir las agujas en tu presencia, utilizando siempre un producto nuevo y exclusivo para ti.
Además de estos factores de riesgo existen otros riesgos que no se pueden evitar, como por ejemplo los factores hereditarios, sobre los que no se tiene ningún tipo de control. No obstante, si se sabe que puede haber una propensión a contraer cáncer de hígado es importante cuidarse al máximo para no añadir a este riesgo otros a mayores.
Padecer hígado graso no alcohólico también aumenta el riesgo de sufrir un cáncer de hígado, así como la exposición a ciertos mohos de forma accidental ya que pueden estar presentes en granos contaminados con los que se elaboren alimentos que lleguen a las tiendas. Normalmente, todo lo que se compra tiene unos controles sanitarios, por lo que hay que evitar la compra de productos “caseros” sin garantías.